«Los resultados son los que inclinan la balanza y ponen a la gente a favor del equipo, acompañándonos».

Con estas palabras, el entrenador de Atenas, Rubén Magnano, justifica la aprobación del público a esta nueva versión «ultra defensiva» del Griego, que deja de lado los promedios históricos del equipo en ataque para pasar a recibir los aplausos de un colmado Polideportivo Cerutti por agotar los 24 segundos del ataque rival, o dejar a su contrincante con 46 puntos (como a Ciclista Olímpico, el viernes) a lo largo de los 40 minutos..

Atenas gana partidos convirtiendo 63 unidades, una marca que dista mucho de los 106, por ejemplo, que promedió en la temporada 1995/96 y que es su marca más alta; o del 77,4 (98/99), que era su registro más bajo hasta ahora (76,3).

El Griego se aleja de ese virtuosismo que caracterizó su juego con jugadores como Marcelo Milanesio, Héctor Campana o Juan Espil, entre tantos otros. Pero en contrapartida se reencontró con un público que se había alejado cuando los resultados no se daban, a fuerza de garra y una defensa asfixiante que muestra otra cara del básquetbol, que no se había visto nunca antes vestida de verde en el Polideportivo Carlos Cerutti.

Su juego ahora se basa en «atacar el ataque rival», y con esa premisa su ofensiva ya no se traduce en puntos a favor, sino en evitar los tantos en contra.

Fuente: El Siglo