Talleres Credimás ganó el primer chico: Fue una fiesta que mereció un broche distinto

Alvaro Rodriguez
APORTE CLAVE. Alvaro Rodríguez volvió a demostrar toda su categoría LA GACETA / ENRIQUE GALINDEZ

Fue un partidazo que merecía un final distinto. Atrás habían quedado 40 minutos emocionantes, en los que Talleres Credimás ganó el primer chico de la serie final 2/3 del Clausura frente a Juan Bautista Alberdi por 87 a 84. Pero los inadaptados que nunca faltan en un escenario deportivo volvieron a hacer de las suyas.

Cuando la victoria de los taficeños ya se había consumado y sus parciales daban rienda suelta a la algarabía, un grupo minúsculo de ellos, ubicado en el sector más cercano a las canchas de tenis, comenzó con la provocación hacia el plantel de Villa Alem que se aprestaba a retirarse.

Los cruces verbales fueron subiendo de tono hasta que desde la tribuna los revoltosos arrojaron un líquido, con una sustancia no identificada, que impactó de lleno en el rostro de Luis Ahumada y en menor medida en el de su hermano, Gustavo, después, los forcejeos fueron una constante.

El incidente no tuvo mayores consecuencias por la intervención de algunos directivos locales. Esto no impidió que sus pares de Alberdi, una vez fuera del recinto, hicieran sentir su desagrado ante lo que consideraban un trato desconsiderado hacia la delegación visitante.

Luis Ahumada fue inmediatamente trasladado hacia el Hospital Padilla donde luego de realizarle el lavado de la zona ocular se le dio el alta.

En la cancha:

En lo que se refiere a lo estrictamente deportivo, el triunfo de los dirigidos por Gustavo Flores puede considerarse justo, pues fue el equipo que mantuvo la mente fría a la hora de cerrar el partido.

En la primera parte de la contienda, los capitalinos supieron manejar con mayor autoridad las acciones. Pese a que sus referentes se cargaron rápidamente de faltas personales, los sustitutos respondieron acertadamente.

En el complemento, en la medida en que Carlos Burgos y Jerónimo Solórzano aparecieron en acción, los taficeños pasaron a manejar las acciones. La variación del tanteador fue una constante, pero al final el local sacó provecho de algunas desatenciones de la visita para sacar ventaja en la serie.

Talleres/Credimás 87 – Juan Bautista Alberdi 84
– TALLERES-CREDIMAS:
Carlos Burgos 20, Alvaro Rodríguez 18, Pablo Walter 14, Luciano Pérez Laurenti 4 y Víctor Sudol 8 (FI); Jerónimo Solórzano 19, Esteban Dorado 0, Iván Julián 4 y Gustavo Wettstein 0.
DT: Gustavo Flores.
– JUAN BAUTISTA ALBERDI:
Luis Ahumada 7, Jorges Fares 8, Pablo Osores 21, Gustavo Ahumada 19 y Luis Argañaraz 4 (FI); Sebastian Osores 1, Federico Molina 9, Matías Yane 6 y Marcos Vera 9.
DT: José García.
– PARCIALES: 23-21, 36-47, 64-61 y 87-84.
Arbitros: Sebastián Gauna, Antonio Briseño y Jorge Núñez.
Estadio: Talleres de Tafí Viejo.
El desquite: se jugará el viernes 26 de Diciembre, desde las 22 horas, en Villa Alem.

Gustavo Flores destacó la justicia de la victoria: «El equipo jugó un partido con dientes apretados», destacó el DT de Talleres:

Gustavo Flores
Entrenador Gustavo Flores

Gustavo Flores, técnico de Talleres Credimás, exhibía una serena alegría por el triunfo sobre un rival calificado. «El equipo jugó este partido con los dientes apretados, que es la única forma de afrontar esta clase de encuentros. En el primer tiempo jugamos mal, pero por suerte, en el complemento logramos revertir esta situación e hicimos valer la localía, en una serie que se perfila como apasionante», comentó el entrenador de los taficeños. Flores resaltó el clima festivo que se vivió durante los 40 minutos y lamentó el incidente del final.

Flores consideró luego: «el básquet tucumano tiene que aprovechar el empuje que tuvo en los últimos tiempos. Esto se conseguirá en la medida que se le pueda dar cierta continuidad a la competencia. Quienes somos los protagonistas y los directivos tenemos que darnos cuenta de que la gente se merece vivir esta clase de espectáculos».

Quien tuvo la posibilidad de estar el lunes a la noche en Tafí Viejo no podrá dejar de reconocer la gravitación que Jerónimo Solórzano tuvo en el triunfo local. El hijo del recordado Rubén Solórzano se sintió halagado por las felicitaciones que recibió. «Fue un partido demasiado duro. La clave de este éxito estuvo en el trabajo que realizamos en defensa. A pesar de que no empezamos bien, con el correr de los minutos fuimos mejorando hasta conseguir un trabajo colectivo muy bueno. A pesar de los inconvenientes del final, la gente se retiró satisfecha por el nivel de juego observado».

Fuente: La Gaceta

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