En busca del gremio. Michael Stura, presidente de la Asociación de Jugadores, explica los objetivos.

Corren nuevos tiempos entre los basquetbolistas. Una necesidad de unión y, sobre todo, de hacerse oír. Fue muy fuerte la oposición al tercer extranjero optativo en la Liga Nacional, incluyendo el «no» de quienes juegan en la NBA y en Europa, pero esa medida de la Asociación de Clubes no tuvo marcha atrás. Ahora se viene un frente de tormenta entre jugadores y dirigentes, porque está en marcha la sindicalización de los basquetbolistas.

«La idea de formar un gremio es para establecer los derechos y las obligaciones de cada una de las partes, para que no se modifiquen cada temporada de acuerdo a la voluntad de una parte», le explicó a Clarín el presidente de la Asociación de Jugadores (AdJ), Michael Stura.

El camino no será para nada fácil porque, como dice Stura, «la primera condición para formar un gremio es que los trabajadores estén en relación de dependiencia». Y éste es el primer escollo.

-¿Cómo lograrán cambiar el status quo?

-Hoy el basquetbolista es autónomo o monotributista. Su situación es un híbrido. Pero de acuerdo a un fallo judicial somos prestadores de servicio para un empleador bajo un régimen de órdenes y condiciones.

-Obviamente saben que los clubes se resistirán porque tomarlos en relación de dependencia implicará asumir las cargas sociales y mayores gastos. ¿Cómo lograrán cambiar este panorama?

-Sabemos que los clubes manejan mucho dinero y que no están formados administrativamente para encarar esta reforma. Por eso tenemos en claro que deberíamos adaptarnos al dinero que hay.

-¿Cuál sería la situación ideal que tienen en mente?

-En materia deportiva, el ejemplo más cercano que tenemos es Futbolistas Argentinos Agremiados, más allá de que la estructura del fútbol es diferente.

-Pero en el fútbol el pase de los jugadores es de los clubes y en el básquetbol, no…

-Es que nuestra idea no es hacer quebrar ni poner en complicaciones a los clubes.

A fines de 2004 se remonta la idea de sindicalizar a los basquetbolistas. Poco a poco hubo un trabajo de hormiga para correr el boca a boca, para concientizarlos de que son empleados de los clubes de la Liga Nacional.

Fue recién en abril del año pasado cuando se le pidió al Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social la creación del sindicato y su inscripción gremial. Y desde esa institución se ha convocado a dos reuniones entre la AdJ y la Asociación de Clubes. La tercera se llevará a cabo el 17 de febrero.

«No queremos ocasionar un perjuicio a los clubes que al fin y al cabo son la fuente de trabajo -dice Stura-. Queremos proteger a los jugadores, sobre todo a la gran mayoría más desprotegida».

Apuntan a ser sindicalizados para la próxima temporada. El camino será largo y sinuoso. ¿Habrá acuerdo?

Las claves:

1 La meta principal. Los basquetbolistas, a través de la Asociación de Jugadores, pretenden lograr el reconocimiento pleno como trabajadores de su actividad, en relación de dependencia con los clubes.

2 El gremio. Se persigue la idea de que se reconozca y se inscriba legalmente al gremio a denominarse Basquetbolistas Argentinos Agremiados.

3 Derechos exigidos. Los mismos que cualquier trabajador en relación de dependencia: salario, aguinaldo, aportes jubilatorios y de obra social, seguro por riesgos de trabajo.

4 Las reuniones. En el Ministerio de Trabajo ya hubo dos encuentros cara a cara entre dirigentes de la Asociación de Jugadores y de la Asociación de Clubes. El 17 de febrero será el tercero.

Dos cuestiones bajo la lupa:

El tercer extranjero. La decisión de la Asociación de Clubes no bajó los presupuestos y el recambio de foráneos es constante y resiente el funcionamiento de los equipos. «A veces los dirigentes toman actitudes del momento y por conveniencia, pero no piensan a largo plazo. Es más, algunos reconocen que no fue positivo», dijo Stura.

Las deudas. ¿Por qué no se hizo un planteo firme ante los meses impagos de algunos clubes? «Hay que contemplar que la situación del país, influida por la crisis internacional, no ayudó para nada -agregó-. Hay clubes en situación limite, como Quilmes, Ben Hur o Peñarol, pero muchos están al día. Es que algunos dirigentes actuán como hinchas«.

Fuente: Clarín.com