
El armador de Central Córdoba afirma que el equipo aún no llegó a su techo.
Una circunstancia le dio un giro quizás inesperado a su incipiente carrera.
A fines de enero, y antes de comenzar la segunda fase, Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires renunció a seguir participando de la Liga Nacional «B» de basquetbol.
Facundo Javier Romani, que formaba parte del plantel, se quedó sin club, pero sólo por algunos días. Su representante, Martín Budding, le propuso venir a Tucumán y sus padres -Claudio y María Marta- alentaron la decisión de afrontar su primera experiencia deportiva lejos de casa. Convertido en el director de juego de Central Córdoba, único invicto en el Campeonato de Clubes del NOA, el base de 21 años, que mide 1,79 y admira a «Pepe» Sánchez, habló de su presente y el del equipo.
«Estoy contento con la campaña que venimos haciendo y, en lo personal, por lo bien que me trataron desde que llegué a Tucumán -destacó-. Me siento muy cómodo y con muchas ganas de dar lo mejor. Además, se trabaja con seriedad, tanto en la parte física como en la técnica, y eso se está reflejando en la tabla».
No obstante, Romani considera que «CC» no alcanzó su techo basquetbolístico. «Lo importante es llegar bien afilados a los play-offs. Todavía estamos conociéndonos en la cancha; pienso que tenemos que jugar más en equipo y endurecer aún más la defensa. Como contamos con un plantel largo, por ahí no estamos utilizando mucho los sistemas», indicó.
Contra Talleres mostró sus crededenciales y fue determinante en el cierre. «Soy un base que prefiere armar juego y asistir, pero aquella noche se me dio la oportunidad de tirar y pude anotar un triple importante en el cierre -apuntó-. En Tafí Viejo logramos una victoria ajustada ante un muy buen rival».
El armador sabe que el próximo oponente también será un severo examinador. «Sé que es como un clásico; que Alberdi es muy fuerte, especialmente en su cancha, y con mucha hinchada. Aunque viene de perder, tendremos que dar el máximo si queremos seguir invictos. Nuestra meta es ascender, contamos con equipo para desgastar a nuestros rivales, pero en cada partido debemos demostrar que podemos llegar al título», remató.
Experiencias en la Liga «B»:
Romani dio sus primeros pasos en el básquet a los seis años, en Unión Vecinal de Munro. A los 17 fichó en Banco Nación, con el que jugó su primera Liga «B». Posteriormente se incorporó a Gimnasia y Esgrima (GEBA), de Buenos Aires. Es el segundo de tres hermanos; el menor, Ignacio Matías (18 años), pasó por la Segunda división del básquet español y este año regresó a Unión Vecinal.
Fuente: LA GACETA