El 9 de diciembre de 1955 Tucumán venció 58 a 42 a Provincia de Buenos Aires y ganó por primera vez “el más argentino de los campeonatos”
Sus nombres figuran, indelebles, en la primera página del libro de oro del básquet local:Alberto Carol, José Ricardo Molina, Ricardo Fernández, Valentín Díaz, Juan Gregorio Luquetti, Roberto del Corro, Julio Merlo, Luis Urueña, Félix Duberti, Enrique Guzmán,Julio Corral, Arturo Boassi, Miguel Lazarte (director técnico), Juan Valdez y José Barros (ambos, árbitros).
Todos integraron el plantel que el 9 de diciembre de 1955 obtuvo el primer título para Tucumán del Campeonato Argentino de Básquet, “el más argentino de los campeonatos”.
A 60 años de aquel hito, tres de estos nombres sobreviven: Carol (87 años), Urueña (79) y Del Corro (86). LG Deportiva dialogó con ellos, sobre lo que significó la consecución de ese título. La emoción es el denominador común en sus rostros; pero también en el tono de sus voces.
“Para nosotros fue una gran alegría; pero, más que nada, para todo el pueblo, para toda la gente”, recuerda Carol y lo hace vía telefónica porque los médicos le recomendaron no salir debido al calor de esta época del año.
Carol fue el capitán de aquel equipo. “Me eligieron porque tenía cierto carisma, prudencia, moderación. Yo siempre respeté al rival. Cuando se da una efervescencia, se precisa de alguien que lleve tranquilidad y paz; y yo era de esos. No quería problemas”, explica. Ese carácter trascendió las canchas de básquet, y lo acompañó por los Tribunales en sus épocas de camarista.
El campeonato había arrancado el 27 de noviembre de aquel año con 19 participantes. Tucumán llegó invicto a la final, luego de superar a Santa Fe, 49 a 43; a Salta, 58 a 48; a Córdoba, 51 a 34; y a Comodoro Rivadavia, 63 a 23. El último partido debía disputarlo contra Buenos Aires.

“Ellos venían con las estrellas, con jugadores de 2,10 m… ¿cómo los marcás? Muy pocos creían en nosotros. Pero salimos campeones; y fue una alegría muy grande”, sostiene Urueña. Finalmente, Tucumán no vivió sobresaltos para vencer a los bonaerenses; el resultado final da cuenta de ello: un tranquilo 58 a 42.
Pero no fue obra y gracia de la suerte o de la casualidad. Al menos eso se desglosa de los dichos de Del Corro. “Éramos casi el mismo equipo que un año antes, en el Campeonato Argentino que se jugó en Córdoba, había llegado a las semifinales.
A ese grupo compacto le sumamos el hecho de que nos preparamos muy bien; durante casi un año nos concentramos en el Departamento de Educación Física (N. de la R.: hoy, la Facultad de Educación Física de la Universidad Nacional de Tucumán).
Estábamos muy bien entrenados; teníamos equipo para ganarle a cualquiera”, afirmó, muy seguro. Añadió que, a medida de que fueron avanzando hacia la final, la disciplina se endurecía. “Había más entusiasmo; nos cuidábamos más. No se salía de noche, no se tomaba, no se fumaba. A las 12 de la noche ya estábamos durmiendo”, explicó.
La condición de local fue un factor determinante. “Aún recuerdo a toda la gente aferrada a esa tribunita que construyeron en la cancha de Agua y Energía”, contó Carol. “Mucha gente iba a la cancha en ese tiempo. Se llenaba el estadio. Poco a poco todos se fueron haciendo hinchas del equipo”, recordó Urueña. “Para la final se agotaron las entradas. Fue impresionante”, añadió Del Corro.
Una mirada al presente
Los tres parecen estar de acuerdo con la polémica frase que dice: “todo tiempo pasado fue mejor”. Carol se entristece un poco cuando ve el presente. “No sé qué pasa con nuestro deporte; era el segundo en popularidad en Tucumán. Cuando salimos campeones empezó la difusión, los chicos fueron a la cancha, se hicieron jugadores. Y el básquet, como todo deporte bien practicado, enseña hombría.
Hoy me duele, me amarga, porque no hay una unidad conceptual de lo que es el básquet; hay campeonato de esto, copa de lo otro; se producen hechos de violencia. He dejado de jugar y no he vuelto más a la cancha”, señaló.
Urueña y Del Corro le apuntaron al Estado. “Faltó impulso del Gobierno para que Tucumán tenga un estadio de básquet. Yo fui técnico de (José) Alperovich; era un buen jugador de básquet… ¿no podía destinar unos cuantos millones para hacer un estadio? Eso sería para toda la vida. El deporte necesita que el Gobierno colabore”, señaló el primero. “No hay una política de Estado; no hay un apoyo al chico como para que estudie y se lo forme en el deporte”, lamentó Del Corro.
PUNTO DE VISTA
Héroes de un gran desafío
Juan Carlos Golo – Periodista que cubrió el campeonato de 1955
Noviembre de 1955. Tucumán recibía por segunda vez a los basquetbolistas del país. Antes había sido en 1932. Qué lejanos van quedando los recuerdos con el paso y el peso de los años.
Ante importantes aniversarios, como este, me doy cuenta del tiempo transcurrido. Era entonces un joven periodista, locutor y estudiante universitario, que comenzaba el servicio militar. Presencié el certamen integrando el equipo de deportes de LV12, que dirigían José Alberto Carreño Foá y Modesto Maciel.
Tras dos décadas, la Federación Tucumana de Basquetbol, presidida por Francisco Avignone, encaró el desafío de llevar a cabo la 22ª edición del campeonato, inaugurada el 27 de noviembre con 19 equipos. Fue una tarea enorme, comenzando por la preparación de un escenario adecuado. Al club Agua y Energía (Marco Avellaneda al 900), que tenía una tribuna, se le incorporó una enorme estructura tubular con capacidad para gran cantidad de espectadores.
También se encaró un plan de preparación del seleccionado, dirigido por el técnico Miguel Lazarte, que tuvo la participación de Germán Gómez Omil, médico especialista en nutrición que controló la alimentación y el estado físico de los jugadores en la concentración, en el Departamento de Educación Física. Del desarrollo del campeonato recuerdo, además de la final, el difícil partido contra Santa Fe, que Tucumán ganó 49 a 43, la más estrecha diferencia en los seis encuentros que sostuvo nuestro equipo.
La final contra Provincia de Buenos Aires fue un espectáculo extraordinario presenciado por una multitud. Tucumán alcanzó el título ganando 58 a 42. Así, después del galardonado fútbol tucumano campeón en 1944, 46, 49 y 54, fue el básquet, con el título nacional, el que levantó el entusiasmo de jubilosas caravanas de aficionados. La celebración se prolongó esa la noche por las calles. Mi emocionado recuerdo a los héroes de esa jornada.
Fuente: La Gaceta