La historia de Javier Pérez, el tucumano que inspira a todos con su pasión por el básquet

Desde su nacimiento, una discapacidad física le obligó a utilizar una silla de ruedas por siempre, lo que podría haber limitado a muchas personas, pero no a él: «Si no lo hago en esta vida, ¿en cuál será?»

Javier Pérez es un entrenador de básquet que, a pesar de tener una discapacidad física, ha logrado ganarse la amistad y el corazón de muchos en Tucumán, tanto dentro como fuera de las canchas. Además de su labor con la “naranja”, trabaja en la municipalidad donde maneja los semáforos de la ciudad. Ninguna barrera le impidió tener una vida como cualquiera desearía, cumpliendo sus funciones y haciendo lo que le gusta.

Nacido en San Miguel de Tucumán, más precisamente de Villa Alem, Javier creció enfrentando circunstancias significativas. Desde su nacimiento, una discapacidad física le obligó a utilizar una silla de ruedas por siempre, lo que podría haber limitado a muchas personas, pero no a él. En lugar de dejar que su condición lo detuviera, pudo encontrar en el básquet una pasión que le permitió superar adversidades y demostrar que, con esfuerzo los límites se pueden traspasar.

Durante su tiempo libre se dedicaba a entrenar a chicos en el deporte que tanto ama. Su entusiasmo y dedicación al básquet le llevaron a darse cuenta de que tenía talento para enseñar y ayudar a los demás. Decidió entonces formalizar su vocación, por lo que comenzó su camino como entrenador profesional. Estudió en la Escuela Nacional de Entrenadores de Básquet de Argentina (ENEBA), donde completó el curso de nivel uno y actualmente está en proceso de obtener el nivel dos.

Su cercanía con el Club Alberdi, al que llegaba andando desde su casa, fue clave en su carrera. Allí comenzó a entrenar, y pronto demostró su capacidad dirigiendo al equipo femenino, llevándolas a conquistar un campeonato. El éxito en esta institución fue solo el principio. Posteriormente, pasó por el Club All Boys, donde nuevamente su equipo femenino salió campeón bajo su dirección. Luego, su trabajo lo llevó a Tucumán BB, donde estuvo a punto de repetir el título, pero la final no culminó como esperaba.

Desde hace tres años, ocupa un puesto más que importante en el Club Independiente, donde dirige todas las categorías femeninas. Este año, se le otorgó la oportunidad de comandar al equipo de U21, una nueva responsabilidad que asume con el mismo compromiso y pasión que lo ha caracterizado a lo largo de su carrera.

El éxito de Javier no solo se cataloga en campeonatos y logros deportivos. Su verdadera victoria radica en la capacidad de inspirar a otros a través de su perseverancia y actitud positiva. Gran parte de su éxito se debe al apoyo incondicional de su familia, colegas, entrenadores y amigos, quienes han sido pilares fundamentales en su vida y en su carrera.

Él sabe que, más allá de las victorias en la cancha, es el aliento y el respaldo de su círculo cercano lo que lo impulsa a seguir adelante. En sus momentos libres, se lo puede ver celebrando la vida con su gente, en los bailes o compartiendo tiempo con amigos y seres queridos. Como él mismo dice: «Si no lo hago en esta vida, ¿en cuál será?». Esta filosofía de vivir plenamente y disfrutar cada momento es la esencia de su personalidad y de la inspiración que ofrece a quienes lo rodean.

Javier Pérez no solo es un entrenador de básquet, sino un ejemplo viviente de que la pasión, el esfuerzo y el apoyo de quienes te rodean pueden convertir cualquier desafío en una oportunidad para brillar. Su historia es una prueba de que, sin importar las circunstancias, en esta vida se puede encontrar un espacio para demostrar de lo que estamos hecho. 


Fuente: el tucumano
Nota: Jadir Hisa y Leandro Gaspar, estudiantes de periodismo deportivo de la Red Millenium

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