Murió Heriberto Schonwies, un referente del basquet

El ex técnico de la Selección Nacional, campeón sudamericano en 1976, murió este martes a los 74 años. Heriberto Agustín Pablo Schonwies, el Alemán, dirigió en Obras Sanitarias y al San Andrés campeón de la Liga de Transición 1984, entre otros equipos.

Lo admiré desde muy chico: a mediados de la década del 90 viajaba los miércoles para dar entrenamientos con mi papá en el Club Mariano Moreno de mi ciudad natal, Bragado. Docente por excelencia, nos marcó a todos. Un tiempo después tuve el honor de compartir su última temporada completa dirigiendo básquetbol profesional, justamente a Ciudad de Bragado. Un libro abierto. Una frase antes de cada partido en la pizarra del vestuario. Un consejo sabio. Ascendió a la Liga Nacional B en 2003/04 y luego volvió a Obras Sanitarias.

Siempre generoso, su recomendación fue clave para conseguir mi primer trabajo en Buenos Aires, en prensa de Obras, en 2005. Yo conocí a este Heriberto, el del último tiempo. Tan bueno, tan agradable, tan humilde. Con esa actitud de padre o abuelo. No lo conocí en su época gloriosa con la Selección Nacional, Obras o San Andrés. Pero de todo me informé. También me contaron de su fuerte carácter. La gente cambia y de los errores se aprende. Otro mérito entonces, haberse serenado, compartir su experiencia y enseñarle a los más jóvenes, como en cada campus del Huevo Sánchez o en los muchísimos clubes del interior que lo solicitaban para dar una clínica.

Aquella noche del sábado 22 de agosto de 2009 llegó un poquito atrasado. La gente lo ovacionó cuando entró al estadio Enrique Tanghe del Club Deportivo San Andrés, en el homenaje por los 25 años del equipo campeón del Torneo Nacional de Clubes de 1984, también conocido como Liga de Transición. Antes del partido nos dimos un abrazo muy fuerte, emocionante. Como cada vez que nos cruzamos en los partidos de Obras por la Liga Nacional. En el club de sus amores también fue homenajeado y le dieron trabajo hasta sus últimos días.

Es horrible hacer una lista. Pero se me vienen a la cabeza el papá de Sergio Hernández y la mamá de Julio Lamas, dos entrenadores que respeto y admiro enormemente. También Néstor Kirchner. Leo los nombres de Benja Arce, el Loco Ibáñez y el Gigante González. Hace poco tuvimos que publicar noticias de esta índole en CABB, por la muerte de ex dirigentes.

Escribe Juan Gutiérrez en Facebook: “Las malas noticias se suceden una atrás de la otra… Van 2 días de mierda totales”. Seguramente incluya en su pensamiento el mal momento familiar sufrido por su compañero Josh Pittmann. Le responde mi gran amigo Marcelo Figueras con una frase acertada: “Demos gracias a Dios que otro histórico, Roberto Vartanián, está bien”. ¡Querido Turco! Se operó este martes y evoluciona favorablemente. Una buena. Más allá de la existencia o no de ese Dios.

Estas situaciones sensibilizan. Me acuerdo de mis abuelas. Heriberto siempre recordaba el mondongo de Lipa. Y ahora más que nunca reafirmo esa actitud que tomo como estilo de vida: andar agradeciendo, repartir abrazos, expresar cariño, homenajear en vida, vivir ahora. Si al final, hoy estamos y mañana ni sabemos.

No te pude saludar, Heriberto. Así que te escribo desde este humilde rincón, desde esta ínfima parte, en este momento de cambios globales. Con la certeza de que otros basquetboleros que aquí lean, compartirán el sentimiento y el recuerdo, cada uno a partir de su propia experiencia. Nos enseñaste mucho. ¡Gracias, viejo!

Rodrigo García
prensa@cabb.com.ar

Un comentario

  1. MI RECONOCIMIENTO A UN GRAN ENTRENADOR Y DOCENTE EN EL BASQUETBOL.
    DIRIGIO LA SELECCION ARGENTINA Y A OBRAS SANITARIAS EN SU EPOCA DORADA.
    EL BASQUET ARGENTINO DEBE ESTAR AGRADECIDO POR SUS GENEROSOS APORTES

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