Por historia, pero también por presente, Tafí Viejo puede jactarse de ser la ciudad tucumana donde se respira básquet. En los últimos años, no sólo sus principales clubes se destacaron en los ámbitos local, regional y del país; sino que también se dio el lujo de aportar jugadores a la Liga Nacional de Básquet, una de las más importantes del mundo.
Nadie se animaría a discutir la condición de Tafí Viejo como “Capital del Limón”: la ciudad aparece al tope de los ránquines mundiales de producción y de exportación de ese cítrico. Nadie se atrevería a cuestionar la importancia histórica de Tafí Viejo en la actividad ferroviaria del país: en su esplendor, sus famosos talleres eran los mejores de Sudamérica.
Del mismo modo, prácticamente no admite debate el estatus de Tafí Viejo como “Capital tucumana del básquet”. El mote se debe la importancia histórica y vigente de, en especial, los dos principales clubes taficeños -Talleres y de Juventud Unida- en la vida de los habitantes de esa localidad.
El “León” nació el 30 de octubre de 1915 al calor de los talleres ferroviarios, que habían sido inaugurados un lustro antes. No sólo se practicaba básquet; la variedad de nacionalidades que conformaban su planta de empleados motivó que muchos deportes y juegos se desarrollen alrededor del club: tenis, natación, palitroque, entre otros. La “Juve” irrumpió en la vida taficeña el 25 de junio de 1930, principalmente por medio del fútbol. Al igual que su vecino, también ofreció otros deportes: básquet, ciclismo nocturno, frontón, boxeo y bochas, por ejemplo.
(Javier Noguera) ayuda mucho la basquet. Lo hace porque la dirigencia de los clubes es muy responsable. Patricio Chalfún (jugador de Juventud Unida)
Pero la relación de ambos con la sociedad taficeña se fue construyendo alrededor del básquet. Y los taficeños son hinchas de Talleres o de Juventud. La división -folclórica- no alcanza a los jugadores: como muchos otros, Patricio Chalfún (38 años), Jerónimo Solórzano (30), Lautaro Manrique (16) y Octavio Ayusa (13) jugaron en Talleres y en Juventud.
Pero la simbiosis entre las dos instituciones trasciende el “intercambio” de recursos humanos. “Talleres y Juventud se brindan mutua ayuda. Cuando tenemos un problema o no sabemos cómo encarar alguna situación levantamos el teléfono y la gente de Talleres, sobre la base de su experiencia, nos aconseja”, dice Chalfún, que además de jugar en Juventud actúa como dirigente.
Algo natural
Quizá porque su papá –Rubén Solórzano-, presidente del “León”- también había sido jugador, a “Jero” le resultó natural practicar básquet de chico. Hace poco advirtió lo que este deporte representaba en la sociedad taficeña. “De grande me di cuenta de que Tafí Viejo es basquetbolero naturalmente. La mayoría de mis amigos, de mis compañeros de colegio jugaba al básquet… Y lo hicieron porque el pueblo -antes era un pueblo- los llevaba a eso”, analiza.
Patricio coincide. “Desde que tengo uso de razón había escuelitas de básquet en todos los clubes; y todos mis compañeros jugaban, en Juventud, en Talleres, en la AJC (Asociación de Jóvenes Católicos, club fundado a mediados del siglo pasado). Naturalmente el taficeño respira básquet”, añade.
El deporte es útil para que el Estado pueda sacar a la gente -en especial, a los jóvenes- de los malos habitos. Jerónimo Solórzano (jugador de Talleres)
Lautaro enciende, sin embargo, una alerta. A su criterio, están viviendo un proceso de cambio. “Creo que antes había más pasión. En el último clásico la cancha no era la misma que hace 10 o 15 años, según fotos que vi. Se fue perdiendo que los chicos jueguen al básquet”, supone. Y ensaya una explicación: “no hacen tanto deporte, porque están con el celular o con la play”. Octavio, el menor de los cuatro, respalda esa opinión: “la mayoría de mis compañeros no juega al básquet”.
Futuro asegurado
De todos modos, Patricio y Jerónimo no se alarman. Saben que, aun cuando se esté dando un reflujo, la relación entre el joven taficeño y el básquet goza de buena salud. Así lo dice el desempeño, durante los últimos años, de las formativas -el año pasado, por ejemplo, Juventud campeonó en U19, en U17 y en U15-. Pero además están tranquilos porque ambos, en un futuro de mediano o de largo plazo, tendrán la responsabilidad de trasmitir a los entonces jóvenes la pasión por el básquet. “Quiero inculcarles a los chicos taficeños el compromiso, el sentido de pertenencia a los clubes; que su vida social nazca alrededor del club. La idea es respetar el trabajo de las dirigencias anteriores, y hacer que no se pierda”, dice “Pato”. “No me veo aún como entrenador o como dirigente. Pero sí me gustaría el día de mañana seguir vinculado al club. Ayudar de la forma que sea”, añade “Jero”.
Los cuatro celebrarían que se construya un estadio único en la provincia, que pudiera contener partidos de básquet. Y en especial, proponen que se haga en Tafí Viejo. “Sería espectacular, porque es la ‘capital del básquet’. Con la ex liga ‘C’, con el Torneo Federal y con el ex TNA conocimos muchísimas provincias; y vimos que prácticamente la mitad de los equipos juegan en estadios del Estado. No entiendo por qué en Tucumán no hay un proyecto serio para esto. Sería importantísimo”, dijo “Jero”.
Comparten cuna taficeña y los parqué de la Liga Nacional
Diversos sitios especializados en básquet ubican a la Liga Nacional -máxima categoría de este deporte en la Argentina- entre las principales alrededor del globo. Aun cuando no se coincida del todo con esta calificación, incluso los más críticos no pueden tirar muy abajo la jerarquía de esta liga, de donde salieron figuras que brillaron en la NBA y que sobresalen en Europa.
En ese importante nivel de competencia juegan tres tucumanos, que comparten, en especial, una característica: los tres nacieron en Tafí Viejo. Iván Gramajo (23 años) Sebastián Orresta (25) -ambos, en Ferrocarril Oeste- y Leandro Vildoza (25) -Estudiantes de Concordia- iniciaron su amor con la “Naranja” en la “Capital del Limón”. Entre los finales de la primera década de este siglo y los albores de la segunda los tres conocieron las sensaciones de campeonar, con Talleres.
Tafi Viejo viene haciendo muy bien las cosas. Muchos chicos de 15 o 16 años pueden llegar a la Liga Argentina. A mi me ayudó. Iván Gramajo (Jugador de Ferrocarril Oeste)
Por aquel entonces -más precisamente, en 2010-, el “León” alcanzó un hito en el ámbito nacional al campeonar en todas sus categorías formativas. En esos planteles comenzaron a destacarse Gramajo, Orresta y Vildoza. Los tres coinciden en asignar a Tafí Viejo un lugar fundamental en su formación deportiva.
“Es la capital tucumana del básquet. Ahí se vienen haciendo muy bien las cosas. Muchos chicos jóvenes -de 15, de 16 años- están creciendo y tienen la capacidad de llegar a jugar Liga Argentina. A mí me ayudó muchísimo”, dijo Gramajo. Subrayó el retorno a la “A” local y la conquista, en 2017, del Campeonato Argentino de Clubes del NOA (ex liga “C”), por parte de Juventud; y el desempeño del “León”, tanto en el ámbito comarcano como en las competencias nacionales. “Talleres es el mejor equipo de Tucumán. En los últimos años ganó los torneos locales, ha jugado muy bien la Liga Argentina, llegó a las semifinales del Torneo Federal. Y muchos de sus jugadores son de Tafí Viejo, como Iván Julián o Joaquín Nóblega. Y Juventud viene de atrás, y quiere ser como Talleres. Es muy lindo ver eso; me pone contento ver que chicos de Tafí Viejo están creciendo. Los dos clubes van por buen camino”, indicó Iván.
La dirigencia esta trabajando con seriedad. Y el resultado de eso, bueno, esta a la vista: salen muy buenos jugadores. Sebastián Orresta (jugador de Ferrocarril Oeste).
“En los últimos 10 años, más o menos, Tafí Viejo está en los primeros puestos del básquet tucumano. Es algo muy lindo para nosotros, que somos de ahí. Se están haciendo trabajos muy buenos; hay dirigencia, hay equipos que están trabajando con seriedad. Y a la hora de los resultados, bueno, están a la vista”, señaló Orresta. A su criterio, se debe continuar por ese camino. “De Tafí Viejo han salido muy buenos jugadores. Hay mucha gente detrás de Talleres y de Juventud. Deben seguir trabajando como lo vienen haciendo, con la seriedad que lo hacen y con el amor que le tienen al básquet; no hay que conformarse”, indicó.
Vildoza también refirió el trabajo histórico que se viene haciendo en el básquet taficeño. “Me da orgullo y alegría ver a Tafí Viejo en lo más alto. No hay que dejar de lado lo que hacen Talleres y Juventud con las inferiores: siempre están peleando los primeros puestos, siempre competitivos. Forman jugadores y forman buenas personas”, señaló. En especial, habló del “León”: “en los últimos años, mi club viene dominando la competencia en Tucumán; y a nivel nacional demostró que puede competir tranquilamente. Y lo mejor es que lo hace con chicos del club, con una base de años, algo que es muy difícil de lograr”, dijo.
La ciudad influyó por completo en mi carrera. Es la capital del basquet. Es clave que le sigan dando importancia a las inferiores. Leandro Vildoza (jugador de Estudiantes de Concordia)
Consideró que el espíritu basquetbolistico de Tafí Viejo tiene que ver con su presente deportivo en la Liga Nacional: “la ciudad influyó por completo en mi carrera. Me gusta que sea la ‘capital tucumana del básquet’. Lo importante es que eso se mantenga, y que se le siga dando importancia a las inferiores”. Y hacia el final, volvió a dedicarle unas palabras a su club. “Si no fuese por Talleres no estaría donde estoy. Todos los días iba a jugar con mis amigos, y eso te da un plus. Le debo mucho”, dijo.
Fuente: La Gaceta